Cada día más los mayores, jubilados y pensionistas, adultos mayores, cesantes y retirados, las personas de edad, quieren seguir siendo protagonistas de su vida y de su historia. No permiten que se les margine. No aceptan que les llamen “clases pasivas”. No toleran que los jóvenes y adultos los arrinconen… Quieren ser actores y no simple espectadores en la dinámica social y familiar. Desean ser actores principales y “extras” o actores secundarios en la película de su existencia. Quieren aparecer en primeros planos y no “difuminados”, no perdidos entre la masa, no a lo lejos ni al fonfo. Intentan seguir con sus ideales de ayudar a lograr una sociedad más justa, más libre, más solidaria y más humana. De alguna forma quisieran ser héroes qie intentan “salvar” a los ancianos y viejos más abandonados y necesitados, más enfermos y discapacitados. Les gustaría ser un poco o un mucho “Quijotes”, idealistas, utópicos, porque creen que pueden seguir ayudando a mejorar este mundo que habitamos. Y les encantaría ser, por ratos o por algún tiempo, “estrellas” que iluminan a cuantos viven a su alrededor.